¡¡Mueve la balanza a voluntad!!

Mueve la balanza a voluntad, Sí se puede!! ¿Si en lugar de ser esclavos de la báscula (balanza) la sometemos? Enseguida te damos varias pistas de cómo lograrlo.

En el post anterior, explicamos lo que pasaría con un atleta, pero admitamos que nosotros NO somos atletas, NO tenemos entrenador de tiempo completo, NO tenemos nutriólogo, Chef etc. etc. etc.

Somos personas con un problema de sobre peso y deseamos que esa báscula deje de dominarnos y comenzar a

¡Hacer que la balanza se mueva a NUESTRA voluntad!

Recuperemos el diagrama de el peso en equilibrio:

¡Mueve la balanza a voluntad
Balanza en equilibrio

Si bien no somos atletas, la verdad es que este diagrama refleja fielmente nuestra circunstancia (en situaciones «Normales»).

¿Comemos acorde a nuestras necesidades? entonces nuestro peso refleja si estamos comiendo de más o incluso de menos. Si tenemos sobre peso, la balanza puede estar en equilibrio, pero no en el peso deseado.

¿Qué hacer para inclinarla a nuestro favor?

Exactamente lo mismo que decíamos del atleta. Solo que para el atleta iniciaba la temporada de competencia, y en nuestro caso sería el equivalente de comenzar a hacer ejercicio.

Mueve la balanza a voluntad!
¡Mueve la balanza de modo que pierdas peso incrementando el ejercicio!

¿Cómo iniciar el ejercicio, bueno, ya tenemos un post de ello verdad?

O por contraparte, cuando un atleta termina su temporada de competencias, su actividad disminuye y con ello, el nutriologo hace los ajustes a su dieta… así que nos corresponde lo mismo, moderar nuestra dieta diaria.

¡Mueve la balanza de modo que pierdas peso DISMINUYENDO tu ingesta de calorías!
¡Mueve la balanza de modo que pierdas peso DISMINUYENDO tu ingesta de calorías!

Y obviamente sobra decir que si logramos aumentar nuestra actividad diaria, y disminuir la cantidad de calorías ingeridas, el efecto correspondiente al disminuir de peso, es mayor.

¡Mueve la balanza a voluntad!

Así que para mover la balanza a voluntad, necesitamos escoger una o dos opciones, incrementar nuestra actividad diaria o disminuir la ingesta de calorías.

O… (no le digas a nadie) aumenta tu masa muscular y mueve ese punto de apoyo de la balanza.

Te interesa? Te esperamos en el siguiente post.

Mi experiencia

Ya no debe ser un secreto que tengo más de 40 años de experiencia con esto de la obesidad y puedo adelantarles que siempre creí tenerla «controlada» con el ejercicio. PERO, como bien dice la sabiduría popular, «Nada es igual luego de los 40».

Pasados los 40, un divorcio, y un nuevo negocio hizo que descuidara aún más el ejercicio y aumentar mi ingesta de alimentos ricos en calorías para calmar mi ansiedad.

Mi primer logro, fue aceptar el uso de aparatos para bajar la cantidad de grasa de mi cuerpo. Mesoterápia con Ozono y Cavitación se volvieron mis aliados en los primeros meses.

PERO, para poder mover la balanza a MI voluntad, fue necesario retomar el ejercicio y mejorar mi alimentación.

Afortunadamente, no me daba cuenta que a la par, se estaba gestando un gran aliado en mi interior. Y de ello es de lo hablaremos en el siguiente post.

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