Celulares y videojuegos… las nuevas «golosinas»

 

Quizá no sea tu caso, pero, en mi niñez, si te portabas bien, sacabas buenas calificaciones o simplemente tus padres querían que hicieras un esfuerzo más grande, un helado, o un dulce eran el motivador que te hacía estudiar hasta lograr un garabato colorado.

¿Qué ha pasado?
¿La inflación llegó también a los premios?

¿Qué hace un niño con un celular -y me refiero a que es suyo, no es «de papá o mamá»- cuyo precio que oscila entre los 50-100 días de salario mínimo?

Incluso, conozco personas que tienen un celular «heredado» de su hijo pues «ya estaba muy viejo», «pasado de moda», «visto»…

Algunos «panditas» encajan en este perfil, y lo más triste, los papás no se dan cuenta que quien manda en casa… no es papá ni mamá.

Si estas líneas te incomodan, si crees que no se de qué hablo, o que no me debo meter en el cómo se debe educar a un niño pequeño… gracias por haber leido hasta aquí, pero, si crees que estas haciendo un bien a tu hijo, estás doblemente equivocado. Primeramente tu hijo tiene necesidad de estructura, de sentirse guiado, de tener un ejemplo a seguir, enseguida, conforme pase el tiempo, los reproches a TU incapacidad de darle … un collar de burbujas de jabón (famoso cuento chino) harán que te preguntes «en qué fallé».

Sí (afirmo) aún es tiempo!! Aún puedes poner las cosas en orden y velar por tu familia y por la salud de tu hijo.

Hoy es el primer día del resto de tu vida… las decisiones que tomes hoy, construyen tu mañana.
¿Qué vas a hacer hoy?

Recuerda que las palabras enseñan, pero el ejemplo arrastra. El cambio debe comenzar por uno mismo!

Como siempre, te recomendamos acudir a un especialista y compartir esta información

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