Acorde con un estudio publicado por la JMA Pediatrics, la Doctora Jerica Berge nos recomienda que el enfoque debe hacerse sobre los hábitos alimenticios y NO en el sobrepeso del menor.
El estudio reveló que cuando se intenta corregir el sobrepeso en un menor, su respuesta es contraria e incluso puede caer en trastornos alimenticios. Por el contrario, cuando la corrección se enfocaba en los alimentos, la forma, los horarios, grupos, proporciones, la reacción de los menores era más positiva y adoptaban inmediatamente mejores hábitos.
Un detalle interesante, cuando se hacia enfoque en el sobrepeso, los menores eran más dados a «ponerse a dieta», mientras que al hacer el enfoque en los hábitos alimenticios, lo que hacían era precisamente, cambiar esos hábitos y muy rara vez «hacían dieta»
¿Tu #pandita tiene buenos hábitos alimenticios?
¿Cuántas comidas hace al día?
¿Qué grupos alimenticios consume mayormente?
¿Come embutidos? ¿con qué frecuencia?
¿Se ejercita?
Atendiendo a la pregunta original, es mejor decirle a nuestros hijos que tienen malos hábitos y que debemos corregirlos pues les pueden hacer daño y seguramente a futuro les harán si no se corrigen. Igual que los hábitos de estudio, es mejor decirle a nuestro hijo que debe dedicar más horas a las tareas y menos a la TV que simplemente decirle que es un flojo. Es mejor hacerlo participe del diseño de un menú saludable que simplemente decirle que esta gordo y que debe dejar de comer.
Recuerda que las palabras enseñan, pero el ejemplo arrastra. El cambio debe comenzar por uno mismo!
Como siempre, te recomendamos acudir a un especialista y compartir esta información.
Fuente:
https://jamanetwork.com/journals/jamapediatrics/fullarticle/1700514