Involucrar a tu familia, amigos y hasta compañeros de trabajo no es necesario, es INDISPENSABLE!
La fundación Nemours, dice «Comer en familia es una costumbre agradable tanto para los padres como para los hijos. A los niños les agrada la previsibilidad de las comidas en familia, y los padres tienen la oportunidad de ponerse al día con sus hijos».
El Centro para el Control de Enfermedades (CDC) «Busque el apoyo de la familia y los amigos en sus esfuerzos para perder peso… Tal vez tenga compañeros de trabajo o vecinos con metas similares y juntos pueden compartir recetas y hacer un plan de ejercicios en grupo.»
¡Involucra a todo tu entorno!
Ok, no necesariamente a tu jefe o a la señora de la limpieza, pero sí de modo indispensable deben estar involucrados tu pareja, tus padres, tus hijos, tus amigos cercanos y a tus compañeros de trabajo con los que comes.
Si la dieta es para tu #pandita, igualmente debes involucrar a los primos, amigos y maestros. Aun cuando tu hijo no esté de acuerdo. Este será un buen ejercicio para confirmar quiénes son personas que le ayudan a ser mejor persona y quienes, no solo lo ignoran sino que incluso, pueden estarlo agrediendo.
Ármate de valor y anuncia con bombo y platillo «he decidido hacer dieta».
Enseguida expone la razón principal, algo que sea entendible para todos, «he decidido eliminar el refresco de mi dieta», pues enunciados como: «he decidido comer más sanamente» no es tan claro para todos, por lo que puedes cambiarlo por «he decidido agregar ensalada a mi comida principal».
Esto ayuda a tu entorno a enfocarse en el resultado, y a todos les va a ser muy claro cuando vean que te estás desviando un poco del camino, por ejemplo al pedir un refresco o al ver que no pides una ensalada para acompañar tus alimentos, todos, desde tus hijos hasta tus compañeros de trabajo te lo pueden recordar.
¡Cada quien te va a ayudar… a su modo!
Igualmente, deberás entender que cuando uno de tus compañeros te hace este recordatorio, no lo hará igual que tus padres, probablemente haga un comentario como «¿¡cómo quieres dejar de ser gordo si comes como cerdo!?» ellos no están obligados a decirte las cosas «con amor».
Ten en mente que esos comentarios quedarán en el pasado y muy probablemente solo te los dirán las personas a las que realmente les importas. Sí… muchas veces quien te quiere, te hiere.
Ahora bien, recuerda que la vida es 10% lo que pasa y 90% el cómo reaccionamos. Así que, SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE, que te hagan una observación sobre una desviación sobre tu plan de dieta, sin importar que sea grosera, ruda, falta de tacto o francamente hiriente, el único que se va a beneficiar a la larga eres tú.
Así que, dí «¡gracias por recordarmelo! La fuerza de la costumbre hace que aun olvide que estoy decidido a cambiar, a mejorar mi estilo de vida, a comer mejor!»
Mi experiencia:
Lo primero que debí entender es que si yo llegaba a olvidar que estaba a dieta, al enterar y pedir apoyo a todas las personas cercanas, ¡la mayoría lo hicieron! así que cuando la costumbre me hacía pedir arroz con dos huevos, siempre había un compañero que me recordaba mi plan de dieta.
«Hancel, nos dijiste que NO pedirías más arroz con huevo!!»
¿Dificil? No, pero tampoco fue fácil. Lo que sí puedo decir es que gracias a todas esas personas, logré finalmente dejar la talla 40 y entrar bastante cómodo en una 34.
«Si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado»
Proverbio Africano