Vigilar el peso de mi niño
¡Una responsabilidad ineludible de todo padre es vigilar la salud de sus hijos!
Acorde con un estudio de un proyecto en Inglaterra llamado «EarlyBird» el Dr. Terry Wilkin, de la escuela de Medicina «Peninsula Medical School» de Plymouth, los niños obesos en las escuelas ¡¡ya lo eran desde antes de ingresar al sistema escolar!!
Acorde con el estudio, el 70% de los niños y el 90% de las niñas ya tenían sobrepeso a los 5 años y (según el mismo estudio) la mayoría de los padres ¡¡no se habían dado cuenta de ello!!
¿Rollizo o saludable?
No es fácil como padre entender o descubrir el momento en que esos cachetes (carrillos) de nuestros hijos ya son signo de obesidad y no de salud. Por ello, en todo el mundo se maneja otro sistema llamado «percentil«, pues el peso, el sexo, la estatura y la edad no son datos suficientes para vigilar adecuadamente la salud de los niños.
Recientemente una amiga me decía que su hijo de nueve años tenía 10 kilos de más… se me pararon los pelos pues estoy en contra de usar el peso como única referencia. Su dato siguiente «es un poco más alto que el resto de los niños». Bueno… y ¿qué otros parámetros usó el médico para ello?
Percentil
Es importante determinar el «percentil» en que se encuentra nuestro #pandita y usarlo como referencia para ver si esta en el rango adecuado PERO (en mi experiencia) nunca decirle que debe pesar 30 kilos… pues tarde o temprano al crecer esos 30 kilos van a ser un peso deseado o incluso inferior al saludable.
Así que… ¿A qué edad debo comenzar a vigilar el peso de mi niño? Tan pronto como el niño sea quien elija lo que come, tan pronto como comience a hablar (y a reclamar el postre, un segundo plato o a negarse a comer verduras).
Otra ventaja de usar el «percentil», es que podemos decirle que para llegar al adecuado, vamos a jugar (ejercitarnos) y a hacer experimentos en la cocina (cocinar platillos más saludables). Siempre sin usar el peso como referencia.
Y tu #pandita, ¿en qué «percentil» se encuentra?
Mi experiencia:
Siendo niño de los 70’s, admitamos que hubiere sido algo maravilloso que mis padres supieran de este famoso «percentil» y que junto con una buena guía médica, evitaran que su niño rollizo y aparentemente «saludable» fuere menos «niño gerber».
Conforme pasaban los años, ese niño claramente cumplió todo lo dicho en el estudio, fue «gordito» en la pre primaria, gordito en la primaria, «gordo» en la secundaria, obeso en la preparatoria y con sobrepeso toda su edad adulta… casi.